
Una información internacional da a conocer que la Corte Suprema de Nebraska, último estado donde se utilizaba la silla eléctrica para liquidar a condenados a muerte en los Estados Unidos, la declaró anticonstitucional por considerar que constituía también una forma de tortura.
Aunque hay quienes piensan en apelar de la decisión judicial, también se está proyectando en reemplazar al singular artilugio con la "inyección letal", en uso en otros estados para castigar los graves delitos.
La reflexión que cabe al respecto es qué ocurre con los centenares de individuos, de ambos sexos, que murieron en la silla eléctrica en el pasado. Cabría pensar, para su familiares, en solicitar una indemnización, ya que según los jueces de Nebraska, no se los liquidó sino que se los toruró afectando por tanto sus derechos humanos.
Según el tribunal estadounidense, las pruebas fehacientes demuestran que la electrocución inflige ''intenso dolor y un sufrimiento agonizante'', además ''de haber demostrado ser un dinosaurio más apropiado para el laboratorio del Baron Frankenstein'' que para una prisión estatal.
''Los condenados a muerte no deben ser torturados, independientemente de sus delitos'', escribió el viernes el juez William Connolly en la opinión de 6-1 emitida por la corte.
Existen opiniones conflictivas de si los tribunales federales aceptarán una apelación a este fallo. Aunque la corte se refirió únicamente a la práctica estatal, utilizó para ello únicamente criterios federales, por lo que el procurador general Jon Bruning dijo que pedirá a los jueces que reconsideren su fallo.
La vocera Leah Bucco-White indicó que ''estamos considerando todas las alternativas''.
La vocera del gobernador Dave Heineman, Jen Rae Hein, dijo que Heineman considera presentar un proyecto de ley para reemplazar la electrocución con la inyección letal.